Viaje lunar de la mano de los Roca
- Leire Albite
- 1 feb 2017
- 3 Min. de lectura

El pasado 22 de noviembre, aprovechando la declaración de Cataluña como Región Europea de la gastronomía en 2016, el Palau Robert inauguró la muestra dedicada a El Celler de Can Roca. La exposición ‘El Celler de Can Roca, de la Tierra a la Luna’ nos abre las puertas de una nave espacial cuyo destino es el universo de los hermanos Roca. A través de las paradas de este viaje podemos conocer los 30 años de trayectoria del restaurante premiado con tres estrellas Michelin, además de su proceso creativo. Hasta el 23 de abril se podrá disfrutar de la exposición que, sin duda, es un buen plan para los días fríos, aunque desde Que Aprofiti Blog no sólo creemos que sería adecuada para cualquier estación, reivindicamos que es un plan imprescindible.
Toda historia tiene un comienzo y, tal como se inauguró El Celler de Can Roca en el año 1986, esta exposición arranca con una presentación de los tres protagonistas: Joan, Jordi y Josep. Esta presentación se hace a través de proyecciones que, a partir de la cara de cada uno de los hermanos Roca, reflejan sus personalidades. Este despegue me pilló desprevenida, pero es un inicio a la altura del resto de la exposición, marcada por tener un contenido muy interesante presentado con un diseño delicioso.

El planteamiento de la exposición para transportarnos al universo de El Celler se hace mediante 16 conceptos que se agrupan en dos ejes, en principio comunes: Tiempo y Espacio. El primero de ellos, el Tiempo, está presentado de manera cronológica y el conocimiento asociado a él se compone de Memoria,Tradición, Academicismo, Innovación tecnológica y Transversalidad. El Espacio resulta de la sucesión de Paisaje, Producto, Vino, la percepción o los sentidos (Cromatismo, Dulce y Perfume), y la motivación interna (Libertad, Atrevimiento, Magia, Sentido del humor y Poesía).
Mi espacio favorito dentro del eje del Tiempo fue el de la Transversalidad. En este punto se mostraban diferentes diseños de platos realizados en colaboración con artistas de otras disciplinas. De entre estos diseños el que más captó mi atención fue el proyecto realizado por Nicole Vindel, en colaboración con Elisava, y que consistía en utilizar un material termoactivo para que se abriera como una flor al llegar al comensal y así descubrir el contenido del plato. El objetivo de esta unión era poner la innovación en los soportes al nivel de la innovación en gastronomía aprovechando materiales avanzados.
A esta altura de la exposición me encontré flotando en la atmósfera de los Roca o salivando porque al traer a la vida esos platos y utensilios puedes transportarte a un mundo onírico, como ya lo hicieron en su día los pintores surrealistas. En realidad, todo el eje del Tiempo en su conjunto resulta muy interesante porque se puede ver cómo El Celler se enriquece a medida que colabora con otras disciplinas.

En el eje del Espacio elegiría como parte favorita la motivación interna. Dentro de esta se pueden observar dulces de Jordi Roca que, si me preguntaran de qué están hechos, diría que tienen alto contenido en Libertad, Atrevimiento, Magia, Sentido del humor y Poesía. Además me recordó a nuestra visita al Rocambolesc de Gerona, una excursión recomendable no sólo para los amantes de los helados, también para aquellos que quieran saber cómo es una heladería sacada directamente de un cuento.
El viaje lunar que podemos hacer con esta muestra no es insignificante. Precisamente el mencionado Rocambolesc es uno de los planetas que componen el universo de El Celler de Can Roca antes de que esta exposición utilizara de manera explícita estos términos “espaciales”. Los astros que forman el universo Roca son Can Roca, La Masia (I+R), Roca Barcelona, Rocambolesc, Espai Mas Marroch y El Celler de Can Roca.
Por si el recorrido de la exposición no es suficientemente envolvente, al final de este tenemos la oportunidad de introducirnos hasta los mismísimos fogones del restaurante estrellado gracias a la realidad virtual. Con las gafas Gear VR de Samsung puedes vivir por unos minutos el funcionamiento del restaurante desde el punto de vista de un comensal. En mi caso fue Joan Roca quien me guió por la cocina, aunque también puedes visitar la bodega con Josep o el laboratorio de La Masía (I+R) con Jordi.

De todos modos, aunque la tecnología de la realidad virtual pueda parecer el broche de oro para una exposición maravillosa, el punto y final perfecto lo constituye una foto de los tres hermanos caminando hacia el restaurante de sus padres y que nos recuerda lo fieles que son a sus orígenes. Esta imagen nos devuelve a la Tierra y nos garantiza aterrizaje seguro.
¿Qué os ha parecido el primer post? ¿Os pasaréis a visitar ‘El Celler de Can Roca, de la Tierra a la Luna’? Coméntanos tu opinión en cualquiera de nuestras redes: Facebook, Twitter e Instagram.
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