Alcachofas

Comienza el calor y eso es sinónimo de huerta… Y qué mejor manera de celebrar esta temporada – donde empezamos a ver verdes los bosques y las flores florecer - que cocinar unas flores.

En el mercado una alcachofa fresca de calidad se puede encontrar en dos temporadas: en otoño y en primavera, según el territorio de cultivo. A partir de octubre y hasta comienzos de invierno podemos encontrar la alcachofa de otoño, conocida como blanca. Por otro lado, si la planta ha aguantado las heladas en invierno, encontraremos esta hortaliza entre marzo y junio, denominada violeta.

Las alcachofas son hortalizas llenas de propiedades beneficiosas para la salud y bajas en calorías. También ayuda a reducir los niveles de colesterol, ácido úrico y la presión arterial alta. Y, por si no fuera suficiente, ayuda a eliminar toxinas y es un alimento diurético muy digestivo. Por último, es destacable su alto contenido en fibra, favoreciendo el tránsito intestinal y vitaminas B1, B3 y E. Además de ser fuente de potasio, fósforo, magnesio y calcio.

¿Cómo saber si es un buen producto y son frescas?

Si tuviéramos huerta mejor que mejor. Sin embargo, muchos no tenemos esa suerte y las tenemos que comprar. Hay que seleccionar las más gordas y que pesen más en proporción a su tamaño, compactas y bien formadas. Tenemos que tener en cuenta que el tamaño no influirá en la calidad.

También se compran con el oído. Puede sonar raro, pero si al comprarlas las apretamos ligeramente y crujen es que están frescas. Si se diera el caso de que las hojas están blandas, sin firmeza, y con algunas manchas, lo mejor será no comprarlas.

¿Cómo limpiar las alcachofas?

Primero de todo, una vez tengamos las alcachofas seleccionadas, procederemos a quitar el tallo. Después quitaremos las hojas exteriores hasta encontrarnos la parte amarillenta donde las hojas empiezan a ser más blandas. Una vez tengamos la flor “limpia” cortamos las puntas de las hojas y las echamos rápidamente en un bol con agua, sal y zumo de limón para que no se oxide. Una vez seguidos todos estos pasos, procederemos a hacer la elaboración que queramos.

Alcachofa del Prat

Con casi 100 años de historia es la reina de los cultivos del delta del río Llobregat, donde actualmente están trabajando para la obtención del distintivo europeo de calidad de Indicación Geográfica Protegida (IGP).

El tipo de terreno del Delta del Llobregat, profundo y fértil, el clima bien templado por la protección de las montañas y la acción marina del Mediterráneo hacen que la alcachofa sea más dulce y tierna. La variedad más cultivada es la Blanca de Tudela, que podremos reconocer fácilmente por su forma ovalada, el aspecto compacto y por tener un color verde intenso.

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